La Disciplina Positiva es una filosofía educativa que defiende ser firmes y amables al mismo tiempo.
Su objetivo es el respeto y la cooperación entre las personas, resolución de conflictos, enseñar habilidades y estrategias para el día a día.
La Disciplina Positiva es educar sin utilizar premios ni castigos, ni chantajes…
Ayuda a entender la conducta inadecuada de los niños y brinda a los padres y educadores herramientas.
Para mí, la Disciplina Positiva es una filosofía de vida, es un cambio en ti, como adulto, es un cambio en cómo miramos a los niños y en las respuestas que damos a sus preguntas, emociones, frustraciones…
Es ver al niño como un ser capaz de todo y digno de respeto.
Aquí no hay luchas de poder, somos iguales, el niño no es inferior.
Simplemente es ver al hombre o la mujer en la que se convertirá tu hijo o en el que te gustaría que se convirtiera.
Y ahora te pregunto, ¿estás educándolo para que llegue a ser esa persona?
Alfred Adler (1870-1937) es el padre de la psicología individual y defensor de la naturaleza social del ser humano.
Para él los problemas que aparecen en la familia o en la escuela deben solucionarse de forma social, es decir, por todos los miembros de la comunidad.
Adler defiende el sentido de pertenencia para el bienestar emocional y mental del individuo.
A todos en algún momento nos han rechazado o no nos han tenido en cuenta, recordemos cómo nos hemos sentido.
Así es como se siente nuestro hijo/a cuando no le tratamos correctamente o no le acompañamos cuando nos necesita.
Rudolf Dreikurs es el discípulo de Adler, creía en la necesidad útil de todo ser humano para poder contribuir a la comunidad.
Los niños quieren pertenecer y la forma en que les hablemos y tratemos contribuye a crear creencias positivas o negativas en ellos.
Desde la infancia, el individuo saca conclusiones y recoge experiencias, sobre qué es lo que en la vida merece la pena.
Cada conducta tiene una meta, una finalidad.
Recordamos las experiencias y las interpretaciones que hemos guardado.
A partir de aquí, automatizamos comportamientos determinados por situaciones, es una forma de adaptarnos.
Ejemplo, si el amor hacía el niño nos lleva a mimarle en exceso, a permitirles actitudes no respetuosas, él hará lo mismo con nosotros. No podemos dejarle faltar al respeto hacía otros niños, padres, abuelos, etc, solo porque el niño es pequeño.
No se puede ignorar, porque a los 5 años el estilo de vida está constituido.
Niño mimado = niño no educado
Niño no amado = niño con problemas emocionales
El trabajo de socialización comienza en la familia, una vez llega al colegio tendrá que aprender a convivir, a colaborar, a resolver problemas, etc, sino está “equilibrado” vendrán los problemas.
“¿De dónde sacamos la idea absurda de que, para que los niños mejoren, primero hay que hacerles sentir mal?” (Jane Nelsen)
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