Estaba deseando sacar un par de horas y poder escribir este artículo para compartir cómo ha cambiado mi vida desde hace meses.
Para los que me conocéis desde el principio sabéis que yo soy maestra de primaria (funcionaria) desde hace unos 9 años.
Los mismos que llevo fuera de mi casa y de mi ciudad, aunque para algunos sean pocos, a mí ya me pesaban, soy muy familiar.
Antes he comentado funcionaria para que entendáis mejor que el giro que he dado a mi vida no ha sido fácil, porque a simple vista podría decir que tenía la vida resuelta.
Un sueldo fijo para toda la vida, con un horario cojonudo y muchas vacaciones, es lo que siempre se dice de los maestros, ¿no?, pero bueno, yo siempre digo que no es oro todo lo que reluce.
¡Ojo! Que mi profesión me apasionaba y me apasiona, no me podía haber dedicado a otra cosa aunque hubiera nacido mil veces.
Pero como he comentado ya estaba cansada de estar fuera de casa, en estos últimos años he pasado por momentos familiares muy tristes y todo esto me hacía en ocasiones no estar al 100%.
A esta situación sumamos mi embarazo, deseado y pensado, por eso, antes de quedarme embarazada sabía que cuando viniera mi bebé quería cambiar mi vida.
Anteriormente a este blog, yo tenía otro sobre oposiciones de primaria, para maestros opositores.
Agradezco enormemente todo lo que he aprendido con ese blog y a las personas que he conocido que ahora son grandes amigos.
Y por supuesto, todo lo que me ha permitido hacer, porque en el cambio de vida juega un papel primordial.
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Como he dicho no quería llevar la vida de antes porque aunque a los maestros se nos tacha de trabajar de 9 a 14h, no es así, cada día salía de casa a las 8 y volvía lo más temprano sobre las 15,30h, (sé que hay trabajadores que echan más horas, pero estoy hablando de mí y de lo que muchas personas creían) más luego come, recoge, vamos la hora de la merienda; más hacer ejercicio necesario para mi espalda y cuello por la tensión que acumulo siempre, más mi jornada no acaba en el colegio, sino que debía preparar clases, corregir, etc, la tarde se me iba…
Me ponía muy triste pensar cuando iba a estar con mi niña… no quería que viviera como yo, fui súper feliz, pero había noches que yo me acostaba sin ver a mi mamá, sé que a ella le dolía más que a mí; yo no quería vivir esto, ni quería llevar a mi hija a una escuela infantil con 5 meses.
Tengo que decir que es mi opinión, experiencia y circunstancias, que cada uno es un mundo y es muy libre de hacer lo que crea conveniente.
En mi caso no quería hacerlo, porque mi forma de crianza no era así, por eso decidí que debía cambiar y aquí entra mi trabajo.
He hecho todo lo posible para seguir viviendo, por supuesto, en mi casa no entra dinero por la chimenea (no tengo chimenea, 😂😂😂), pero debía hacerlo, no podía quedarme de brazos cruzados y desear pasar el día con mi hija, trabajar desde casa y ser feliz, sin mover un dedo.
Tomé la decisión, una decisión difícil y delicada, pero muy pensada.
Decidí cogerme una excedencia como maestra y trabajar en casa preparando oposiciones.
Hago lo que más me gusta hacer que es ayudar y enseñar todo lo que sé, en casa, con mi hija, llevando a cabo la educación Montessori que he decidido y rodeada de mi familia en mi ciudad.
Yo misma sigo formándome y sigo aprendiendo cada día, sé que me separaré de las aulas un tiempo, pero es un hasta pronto.
Soy una persona que se arrepiente de lo que no hace, nunca de lo que hace.
Por esto, debía intentarlo, estoy segura que hay muchísimas mamás que darían lo que fuera por intentarlo y que su situación personal o laboral no se lo permite, por eso yo debía hacerlo, esforzarme por conseguirlo, quitarme horas de sueño, de ocio y de descanso; esas que muchos piensan ¡qué bien está en su casa sin hacer nada! 😂😂😂
Lo mejor es que ahora podré hacer lo que más me gusta que es preparar a otros maestros para que consigan su oposición y difundir el método Montessori a todas las familias posibles para que sea cada día más conocido, además de mostrar cómo lo llevo cada día en mi casa, porque conozco la dificultad de encontrar una verdadera escuela con filosofía Montessori y lo complicado en el tema económico.
Pues ahora toca trabajar duro y que aprendamos unos de otros en este complicado y largo camino que es la maternidad.
Muy pronto os iré contando más de todas las novedades que estoy preparando.
Un abrazo enorme y muchas gracias por estar siempre a mi lado
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Hola querida, no imaginas cómo te comprendo. Yo también soy maestra y también el tenía el trabajo soñado por una maestra. Era metodologa de educación trabajaba orientando metodológicamente a otros maestros y me encantaba mi trabajo.
Cuando mi hija nació estuve de licencia y luego me quedé en casa con ella pues me di cuenta muy pronto que necesitaba mucha ayuda a pesar de ser una niña muy sana.
Mi hija fue diagnosticada con razgos del espectro autista a los tres años y me dedico desde entonces a aprender para ayudarla a ella y otros niños sobre todo esos que no pueden pagar las terapias de estimulación.
Ahora mi vida dio otro cambio vivo en un país que no es el mío y trato de abrir nuevos caminos.
Me gustaría mucho poder seguir ayudando a los maestros a prepararse sobre todo para asumir la inclusión educativa un reto para la educación en la actualidad.
Bueno un gusto encontrar una colega te deseo mucho éxito.
Buenas tardes Eny
Muchas gracias por escribirme y un placer por contarme toda tu experiencia.
Te entiendo perfectamente, como bien dices hay que seguir luchando muchísimo por mejorar la educación de nuestro futuro, los niños.
Un abrazo enorme para ti y tu hija.